Mi cuerpo se pudrirá en el vacío, los recovecos se llenarán de rabia
¿Quién soy yo?
Un destrozo, el final, un medio-tiempo

Escóndelo, no enseñes tus cicatrices al mundo ni le digas que no le tienes miedo a la muerte porque nadie te creerá. No quiero más y no ansío más, solo puedo contarte que la sangre coagulará porque este no es el momento de marcharme.
Esta noche yaceré como cada una de ellas desde que existo y quién sabe, mañana quizás no amanezca y la oscuridad eterna penetrará hasta que alcance la frialdad.

El Sol Rojo




Destrúyelo todo si quieres, nadie vendrá a salvarte.
Sin mirar dónde vas el infortunio te esperará.
Duerme, mañana quizás amanezca el sol rojo y se lleve cualquier tormento.
Ahora voy a destronar al rey de la verdad porque la oscuridad debe hacerse hueco.
No sonrías, llámame, te estaré esperando...
Sé que te estás partiendo en tres pero tu salvador no soy yo.
Mierda,
te he fallado de nuevo y no puedo seguir caminando a tu lado, adelanté mis zancadas y ahora no logro encontrarte.
Si ves el camino, los cipreses te conducirán dónde todos esperan y mi sepulcro tendrá tu lugar.

Destruida la razón ¿qué más queda?
El recuerdo del verano,
el calor de un abrazo,
y mucha mierda.

Deseos perforados por el tiempo,
ennegrecidos en épocas no prolíficas.

Mal, mal, mal
resuena en mi cabeza, me auto ataco.

El mundo se encarga de destrozarte las entrañas,
de destruirte y siempre lo consigue de una forma u otra.
Mentiras y más mentiras,
son la felicidad del viandante,
no creas que no tienes esa suerte porque tu también estas contaminado.

¡Mentira, mentira, mentira!
¡Destruyete!
Habrá un mundo mejor.


La mayoría de mis problemas surgen cuando mis acciones importan más por su forma que por su interior y cuando las pruebo, son insípidas.