Destruida la razón ¿qué más queda?
El recuerdo del verano,
el calor de un abrazo,
y mucha mierda.

Deseos perforados por el tiempo,
ennegrecidos en épocas no prolíficas.

Mal, mal, mal
resuena en mi cabeza, me auto ataco.

El mundo se encarga de destrozarte las entrañas,
de destruirte y siempre lo consigue de una forma u otra.
Mentiras y más mentiras,
son la felicidad del viandante,
no creas que no tienes esa suerte porque tu también estas contaminado.

¡Mentira, mentira, mentira!
¡Destruyete!
Habrá un mundo mejor.