A pesar de todo, te pienso

 "¿Sabes? No soy solo un cuerpo.

Lo que puedes observar en una fotografía es una mera representación física de una forma heredada biológicamente, curtida por la experiencia y cuidada con cariño.

(Aunque a veces no tanto).

Soy un torrente sanguíneo que respira pasión y se estremece con el simple roce de un dedo. Mi piel, mis huesos, mis aristas, mis vértices y mis cicatrices conjugan un mero envoltorio que utilizo para impregnarme de lo que existe fuera, lo que me rodea, y poder devolverte mi visión al respecto.

Mi punto de vista. Mis reflexiones y mis inflexiones. Mi ser. 

(Algo que no se puede intuir en una simple fotografía).

Soy un vehículo conductor sobre el cual circulan infinidad de sensaciones, sustancias y energías; las cuales recopilo, organizo y observo con singular detenimiento. 

Lo verdaderamente importante se aloja en mi interior: en mi corazón fulgurante y en mi cerebro sediento de nuevos estímulos; eso que late, emociona y corrompe; eso que estalla, incendia y arrasa.

Soy un derroche de deseo, hormonas y conexiones que hacen de mí un particular mapa sensorial que solo logran interpretar quienes saben mirarme con otros ojos... 

¿Tú te atreves?

En una imagen solo se contempla una silueta formada por átomos dispuestos de una forma concreta. La magia está dentro. Debajo de ese papel de regalo se esconden infinidad de desvelos y fortalezas, de libertades y ansias...

Esta soy yo y algo más ¿Has podido hacerte una idea?"



Alejandra G. Remón

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