Estrago


No soy quien crees. Siempre estuve en contra del universo y el mundo nunca me quiso. Siempre me hizo la existencia vacía, derrotista.
Rechazo. Has resonado en las paredes de mi cárcel tantas veces, queriéndome volver común, parte de la multitud, que hoy en día no cumples ningún papel importante.
Me río de vuestro cinismo y del mío, no sois libres, estáis atados a vuestros sentidos, yo me los voy a arrancar de cuajo. No existe un destino con señales, no existe más allá de lo que vemos.
Enfermos de las casualidades nos hallamos, de las circunstancias que nos miden el camino que llevamos ¿sólo hay uno? eso no es cierto, todos los caminos llevan a Roma. La verdadera pregunta es ¿dónde esta Roma?
Me odio a mi misma, no soporto mi debilidad, mi paciencia, mis nuevas oportunidades, todo lo que dí... solo logro arruinarme. No tengo salvavidas, ni otras opciones, voy a pelo por la vida.

Me desato en la inconsciencia de lo que digo, no busco belleza, no busco sentido, dejo fluir mi caos.




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